Diócesis de Astorga

Noticias

Beatificación en la Catedral de Oviedo del P. Ormières

22 - abril - 2017

El  sábado, 22 de abril, a las 11 de la mañana, la Catedral de Oviedo acogía la beatificación del padre Luis Ormières, sacerdote francés, fundador de las HH. Del Ángel de la Guarda, en la que participaba el Sr.Obispo de Astorga, Mons. Juan Antonio Menéndez.

La ceremonia de beatificación –la segunda celebrada en la Catedral hasta el momento– estuvo presidida por el Cardenal Angelo Amato, prefecto para la Congregación de las Causas de los Santos, y tenía lugar en el marco de una eucaristía. Además, acompañando a las religiosas en este importante momento para la congregación, estuvieron el Nuncio Apostólico de Su Santidad en España, Mons. Renzo Fratini, el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, y acudieron también los Obispos de la Provincia Eclesiástica, Mons. Julián López Martín, Obispo de León, Mons. Manuel Sánchez Monge, Obispo de Santander, y Mons. Juan Antonio Menéndez, Obispo de Astorga. Además, estuvieron presentes también el Obispo de Montauban, Mons. Bernard Ginoux y los Obispos de Palencia, Mons. Manuel Herrero Fernández, y el de Sigüenza Guadalajara, Mons. Atilano Rodríguez Martínez.

A la ceremonia de beatificación acudieron en torno a 2.500 personas, en su mayor parte, religiosas de la congregación del Santo Ángel, y también niños, jóvenes y familias pertenecientes a las diferentes obras apostólicas, colegios y parroquias, que dirigen las religiosas en el mundo. Con este motivo, la Catedral acogió el sábado 22 a fieles de hasta once nacionalidades, especialmente de Latinoamérica (Colombia, Ecuador, Méjico, El Salvador, Nicaragua o Venezuela), pero también de África (Guinea Ecuatorial, Malí, Costa de Marfil), y de Asia (Japón). El padre Ormières, nacido en Quillán, un pueblo del sur de Francia, en 1809, se ordenó sacerdote en 1833 y se dedicó principalmente a la educación. Con el tiempo fundó una congregación femenina, las HH. Del Ángel de la Guarda, que se extendió rápidamente por varios países. Sin embargo, a pesar de sus raíces francesas, el sacerdote conoció Asturias, y concretamente Gijón, invitado por la parroquia de San Pedro, y quiso fundar en la ciudad un noviciado para toda Francia y España. A partir de ese momento sus estancias en la villa fueron cada vez más frecuentes y prolongadas, hasta el punto de hacerse muy conocido entre la sociedad gijonesa. Falleció en la ciudad, el 16 de enero de 1890, en el actual colegio del Santo Ángel, donde aún se conserva la que fue su habitación, ahora convertida en Oratorio. Su proceso de beatificación se vio impulsado con la curación inexplicable científicamente de un “cáncer incurable” de una religiosa del Santo Ángel, natural de Gijón y profesora del colegio durante años, Hna. Celina Sánchez del Río. La Santa Sede aprobó el milagro de su curación gracias a la intercesión del padre Ormières, paso necesario para su beatificación.

A.O.