Diócesis de Astorga

Campañas

JORNADA PRO ORANTIBUS

16 - junio - 2019

La Jornada de Oración por la Vida Consagrada Contemplativa es hacer memoria de nuestro espíritu, de nuestra alma, conscientes de que vivimos en un materialismo extremo y arrollador. Y la Iglesia, Esposa de Cristo, no está vacunada ni inmunizada contra este materialismo envolvente, absorbente. Sólo podrá permanecer en el huracán del materialismo sin derrumbarse, si se une a su Señor y Dios en oración contemplativa, haciendo latir su corazón al ritmo de los latidos del Sagrado Corazón de Jesús. Así es la Vida Contemplativa en el corazón de su Madre, la Iglesia.

El lema de la Jornada es: “La Vida Contemplativa. Corazón orante y misionero”. El lema se inserta en el “mes misionero extraordinario”, octubre 2019.

El Señor nos ha enviado a proclamar el Evangelio, haciendo discípulos de todos los pueblos. Pero sin vivir unidos a Jesucristo por la oración, es imposible llevar a buen término la misión que nos ha dado. Sin nuestra unión orante al Señor, el mensaje sonará bonito, pero vacío como una caja bellamente adornada con nada dentro. Jesús, el Señor, nos lo dice así: “El que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada” (Jn 15,5). Y por esto es muy importante cuidar la Vida Contemplativa, el corazón orante de la Iglesia.

La lenta desaparición de esta forma de vida entre nosotros es signo de la pastoral de una bonita caja vacía, que andamos ejecutando desde años ha. Este hacer pastoral se caracteriza por mucho montaje ruidoso, poco silencio y desencuentro con el Señor resucitado y glorificado. Sin la adhesión espiritual al Señor y a la propia vocación y misión nos perdemos en la mundanidad.

Tan poco podemos dejar sola a la Vida Contemplativa en esta misión orante, y el resto del Pueblo de Dios darnos a la actividad de hacer y hacer cosas. Es preciso ser contemplativos en la acción, viviendo unidos al Señor con un corazón orante. Es en la “escuela de contemplación y oración” de la Vida Contemplativa donde necesitamos inscribirnos todos los bautizados para dar frutos de vida eterna en este mundo que sólo obedece a “lógicas de poder, de economía y de consumo”. Nos arriesgaremos a ser “Iglesia en salida” si miramos al “faro”, que nos indique la ruta para llegar al puerto; si en la noche oscura del tiempo nos acompaña por el camino la “antorcha”; si el “centinela” de la aurora nos anuncia la salida del sol. Esta es la misión de la Vida Contemplativa, que “nos indica a Aquel que es el camino, la verdad y la vida”. (cf. Vultum Dei quaerere, 6).

Oración: “Padre nuestro, …por los dones de tu Santo Espíritu, concédenos la gracia de ser testigos del Evangelio, valientes y tenaces, para que la misión encomendada a la Iglesia, que aún está lejos de ser completada, pueda encontrar manifestaciones nuevas y eficaces, que traigan vida y luz al mundo…”.Amén.

P. Manuel Blanco Martínez, Mnl.

Delegado para la Vida Consagrada.