El Regnum Christi ha celebrado el 3 de noviembre, en el Instituto Nuestra Señora del Socorro de Benetússer (Valencia), la entrega de los Galardones Alter Christus 2025, en una edición marcada por el agradecimiento a los sacerdotes que, durante la DANA del pasado año, sostuvieron con su fe y su entrega a las comunidades más golpeadas por la tragedia. Han sido en total 69 los sacerdotes galardonados de un total de 7 diócesis: Valencia, Barcelona, Terrassa, Madrid, Astorga, León y Córdoba. Todos ellos son expresión de un amor hacia los demás “que se hace gesto”, como expresó Miguel David Pozo, sacerdote de la diócesis de Córdoba, y que ven en cada persona, especialmente en los más desfavorecidos, “una presencia viva del Señor”, como dijo Rufino García, sacerdote de la diócesis de Madrid.
La elección de Benetússer como lugar de la celebración ha querido ser un signo de gratitud y cercanía hacia ellos. Durante la ceremonia, se nombró uno a uno a los 62 párrocos valencianos que acompañaron a los damnificados, reconociendo públicamente su testimonio silencioso de esperanza. Los galardones, que desde hace doce años distinguen la labor pastoral de sacerdotes en distintas áreas de la vida eclesial, fueron otorgados en las categorías de Atención al Clero, Vida Parroquial, Nueva Evangelización y Pastoral Social, además del reconocimiento especial a los sacerdotes de Valencia.
“Los vínculos del espíritu son más fuertes que los de sangre” Don José Antonio Crespo Franco y Don Francisco Requena García (Diócesis de Astorga)
Desde el Santuario de Nuestra Señora de las Ermitas, en la diócesis de Astorga, don José Antonio Crespo Franco y don Francisco Requena García recibieron el galardón por su testimonio de fraternidad sacerdotal y su vida compartida al servicio de las pequeñas comunidades rurales.
Ellos recibieron uno de los dos galardones que se han entregado este año en esta categoría.
Don José Antonio destacó la importancia de vivir el sacerdocio “en una familia de fe, ofreciendo ayuda pastoral a los pueblos que atendemos”. Su casa, explicó, “es de puertas abiertas, donde las personas buscan un ambiente de silencio y oración para encontrarse con Dios”.
Por su parte, don Francisco Requena expresó su gratitud “en nombre de toda la comunidad sacerdotal”, y añadió: “Hemos ido descubriendo que los vínculos del espíritu son más fuertes que los de sangre. No acogemos a nadie: somos nosotros los acogidos por Dios”, haciendo referencia no solo a la atención pastoral que dedican a los más de 50 pueblos que atienden, sino también a la comunidad que acogen en el Santuario de las Ermitas donde acuden personas a rezar o a sanar heridas.
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El Plan Pastoral tiene como objetivo general afrontar el reto de la evangelización en la Dióesis de Astorga transformando nuestra estructura y actividades…
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